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lunes, 26 de diciembre de 2011

UN GRANIZADO DE CAFÉ CON NATA / ALESSANDRA LAVAGNINO


Un granizado de café con nata de Alessandra Lavagnino

Ahora ya retirada de su vida laboral, Alessandra Lavagnino ha sido profesora de Parasitología de la Universidad de Palermo. Especialista en insectos transmisores de enfermedades, además de publicaciones científicas ha cultivado también el género narrativo con novelas como Le bibliotecarie de Alessandria, I Daneu, Un inverno...
Recientemente ha salido al mercado su última novela: Una granita di caffè con  panna, en español Un granizado de café con nata, y podemos disfrutarla gracias a la editorial errata naturae, que recibió la obra recomendada  por nada menos que Leonardo Sciascia, de quien podemos leer un epílogo de la obra. La novela trata el  tema de la sinceridad, o el exceso de ella, unidas a  la culpa.
El argumento gira en torno a Agata Avolio, una mujer culta de clase alta en la sociedad siciliana y que lleva una vida apacible y tranquila. Los problemas surgirán cuando, después de un accidente, sufre un traumatismo craneal a raíz del cual se vuelve "compulsivamente" sincera. En una sociedad donde la omertá mafiosa, la ley del silencio, es uno de sus pilares  fundamentales, la nueva actitud de Agata acarreará  una serie de consecuencias, castigos incluso, a su entorno más próximo. Y con  esto y   la  incapacidad de la protagonista para aceptar su propio comportamiento a nivel cognitivo, tenemos los ingredientes que conforman "Un granizado de café con nata"
Transcribo a continuación un pequeño párrafo del libro como muestra del estilo de la autora:

".... pero en mi interior crecía una inquietud, aguda, apremiante: las  cajas que estaban en la capilla. Me dije: tal vez las hayan encontrado ya (...). Pero no lo creía. Miré a las mujeres con los niños en brazos, pidiendo ayuda a aquella vieja imagen de mi tierra taciturna. Callaban. Pero no me bastó. Tenía las manos agarradas a la barandilla ya caliente, contraídas. Respiré  profundamente, intenté resistirme: porque ya no era aquella de  los primeros días, espontánea, feliz, y porque estaba a punto de  meter en un lío a otra gente: desconocida, desgraciada, pobre. Pero me solté de la barandilla y corrí escaleras abajo, sin poder resistirme bajé los escalones entre los muros como si las palabras ya listas se me quisieran escapar de la boca. Llegué al tendedero (...). Y lo dije."

Y lo dijo. Y llegaron las consecuencias. Porque  no sólo en esa ocasión las palabras se escaparon, ajenas completamente a la voluntad de su dueña, sino que siguió sucediendo. Y los efectos de su comportamiento se multiplicaron a medida que Agata persistía en su empeño de decir la verdad. Y.... lo dejo ya..., no desvelo más del libro, no me vaya a suceder como a la protagonista, que digo más de la cuenta.... que tal vez alguien quiera  leerlo y disfrutarlo.


sábado, 10 de diciembre de 2011

LO QUE ME QUEDA POR VIVIR / ELVIRA LINDO



Lo que me queda por vivir de Elvira Lindo
Confieso haber leído de Elvira Lindo absolutamente todos los de Manolito Gafotas. Y confieso, de paso, no haber entendido nunca porqué esos libros los leen los niños de ahora, se los regalan y recomiendan a los niños. Siempre he pensado que la gracia que tienen, ¡y cuánta! sólamente la podemos captar  los que tenemos una edad y llevamos entre nuestros vivencias determinados aspectos de este país en una época concreta: haber viajado con la familia en seiscientos, haber comido el plato del día en los bares que tenían el aparcamiento lleno de camiones "que ahí fijo que se come bien",  haber conocido abuelos de pueblo que vivían en la ciudad, haber tenido alguna seño asun, veranos quizás en el pueblo, con tiempo libre y conviviendo con personajes peculiares... en fin... dejo ya a Manolito.
También me gustó en su momento  Algo más inesperado que la muerte ,al igual que Tinto de Verano... Se me ha escapado Una palabra tuya  pero siempre se está  a tiempo de subsanarlo.
Y hoy está en Leer Guapamente Lo que me queda por vivir.

Antonia tiene veintiséis años cuando se ve sola con un niño de cuatro en el cambiante Madrid de los ochenta. La suya es la historia de un viaje interior, el de una mujer que se enfrenta a la juventud y a la maternidad mientras intenta hacerse un lugar en la vida, en una ciudad y en una época de tiempo acelerado, más propicio a la confusión  que a la certeza, sobre todo para alguien que ha tenido una experiencia demasiado temprana de la pérdida y la soledad.
Nos encontramos frente al intento de Antonia  por encontrarse a sí misma, retomando recuerdos de su infancia y temprana juventud, luchando por recomponerse y afrontar la vida. Leemos  también acerca de  su deseo de romper ataduras emocionales, sobre reencuentros con antiguos compañeros cuyo papel en la vida ya no es el que era, sobre  el desconcierto que le producen a  Antonia  sus responsabilidades como madre. Y también sobre cómo la fragilidad de su hijo hace que la suya propia se torne en valentía para salir adelante.